LAS RABIETAS
Vamos a empezar el lunes con un tema que creo que interesa bastante a la mayoría de los padres: las rabietas de nuestros hijos.
En muy importante que tengamos en cuenta que nosotros somos el modelo de conducta para ellos, por lo que aunque resulte extremadamente difícil controlar nuestro propio humor y evitar que presencien actos de cólera por nuestra parte, debemos demostrarles que todo es más fácil si se habla desde la tranquilidad, ya que ésto nos ayudará a controlarlas "sin morir en el intento....."
Además, es importante, saber que en estas edades nuestros hijos están intentando demostrar que son capaces de actuar por sí mismos y de establecer su individualidad, pretendiendo hacerlo a su manera en lugar de como se les pide. Todo esto es un signo normal que se produce por un aumento de su independencia, aunque no significa que sea fácil de resistir y mucho menos cuando lo hacen en público, que por otra parte es su especialidad.
El objetivo de casi todas las rabietas es llamar la atención del adulto, conseguir algo que quieren y no se les da o evitar sus responsabilidades.
Deben aprender que ésta es una conducta inadecuada, que no conduce a nada, que no le libra de sus obligaciones y que no modifica nuestra manera de pensar con respecto a algo.
Por todo ello, la forma más rápida de modificar este comportamiento es ignorarlo, ya que no hay forma de razonar con el niño mientras dura el enfado. Solo así aprenderá que las rabietas no son eficaces y poco a poco decidirá usarlas con menos frecuencia.
Lo importante al abordar este tipo de situaciones es que enseñemos al niño/a a reconocerlas, a pasar un tiempo sólo hasta que se le pase y alguna técnica de relajación para utilizar en el momento de mayor furia; contar hasta diez respirando, pensar en otra cosa, apartarse un momento...... No debemos olvidar una vez pasado el enfado, de hablar de lo que ha sucedido, porque ha ocurrido y como lo ha abordado, felicitándolo en el caso de que haya conseguido controlar la situación o proporcionándole las estrategias necesarias para alcanzar el éxito en situaciones sucesivas. EVITAR HABLAR CON EL NIÑO/A DURANTE EL TIEMPO QUE PERMANEZCA ALTERADO; SE HARÁ CUANDO SE CALME e intentaremos hacerlo EN PRIVADO.
Todos hemos pasado por situaciones parecidas: con hijos, alumnos, usuarios e incluso a lo mejor con nuestras parejas, no hay que sentirse mal por ello y si pensáis un poco lo mejor es dejar que pase; os aseguro que el porcentaje de éxito es bastante elevado, pensad que un niño no deja de ser eso y que en algún momento TODOS terminan por ceder, eso si la firmeza de los padres es esencial para que éste éxito se produzca.
Debéis esperar hasta que se calmen para hablar tranquilamente; buscar con ellos otras formas de pedir las cosas y la claridad de ideas acerca de lo que pueden y no pueden conseguir, esa será la base de la desaparición de estas conductas no deseables.
Consejos útiles para reducir el número de rabietas
• Apartaos. Continuad con lo que estabais haciendo y si el niño está en un lugar seguro, observarlo a distancia.
• Ni siquiera lo miréis; Una breve mirada puede prolongar la rabieta.
• También podéis llevarle a otra habitación y sentarle en una silla donde no pueda verle pero usted sí pueda controlarle y mantenerlo allí durante dos o tres minutos según la edad (un minuto por año más menos), recordándole, con firmeza, que no podrá moverse de allí hasta que se calme.
• Esperar a que el llanto disminuya y recordarle que cuando termine de llorar podrá irse a jugar, o hablaremos de la situación más despacio.
• Una vez finalizada la rabieta, recibirle como si nada hubiera pasado, dándole la oportunidad de hacerse amigos otra vez.
• Recuerde siempre que la rabieta es una herramienta que ellos utilizan para conseguir lo que desean y que generalmente no tiene ninguna razón grave.
• Como sabe, las rabietas aparecen más fácilmente cuando hay alguien ajeno a la familia, o cuando los padres están más cansados. Dígale que pase lo que pase, o estén donde estén no se va a cambiar el "NO" por un "SI".
RECUERDE:
Cada vez que se da la rabieta es necesario mantener la actitud mencionada por parte del adulto, de lo contrario, si unas veces cedemos a su rabieta y otras no, no tendrá un referente claro de respuesta y no aprenderá lo adecuado o inadecuado.
Si esta conducta no se trata correctamente en esta edad, continuará cuando los niños sean mayores y cada vez será más difícil de eliminar,porque lo que en un principio era una rabieta, que se puede considerar como propia de la edad, ahora pasa a ser una conducta caprichosa y repetitiva,sobrepasando así lo que se considera dentro de la normalidad.
ESPERO QUE OS HAYA SIDO DE AYUDA. Ante cualquier duda consulten con un profesional.